Estudiantes de BYU crean nuevas gafas que ayudan a los niños con autismo a mejorar el contacto visual

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Traducido por Cas Kersten y revisado por Jair Barberan

Read in English: BYU students create new glasses to help children with autism improve eye contact

Creadas por estudiantes de BYU, las gafas de video que proyectan animaciones ayudan a los niños con autismo a prestar atención al terapeuta que las lleva. (Rebekah Baker/BYU Photo)

Para su proyecto final (o captsone project en inglés), un equipo de estudiantes de ingeniería eléctrica y mecánica de BYU creó gafas de video que proyectan animaciones y así ayudan a los niños con autismo a prestar atención y aumentar el contacto visual con el terapeuta que las lleva. 

Heidi Kershaw es madre de un niño con autismo y la patrocinadora del proyecto final. A ella se le ocurrió la idea durante una de las sesiones de terapia de su hijo. Después de tomar un descanso de la sesión de terapia, tanto Kershaw como el terapeuta no pudieron recuperar la atención de su hijo; él estaba demasiado obsesionado con el programa de Mickey Mouse Clubhouse con el que era recompensado durante el descanso. Kershaw se sintió cada vez más frustrada porque su hijo no la miraba y exclamó: “¡ojalá pudiera poner a Mickey Mouse en mi cara!” 

El terapeuta se rió, pero Kershaw estaba decidida a encontrar una solución.

Kershaw se puso en contacto con muchos ingenieros alrededor del mundo pero repetidamente le dijeron que su idea de crear gafas de video era imposible o que costaría millones de dólares. “Esto nunca se ha hecho antes y parece imposible. O es tan caro que hay una barrera para incluso intentarlo”, dijo Kershaw. 

Gracias a un golpe de suerte, un amigo cercano le contó sobre el programa de proyectos finales del departamento de ingeniería de BYU. Kershaw solicitó ser patrocinadora y su invento de gafas fue aceptado como proyecto. 

Darrell Goff, el mentor del proyecto final, guió al equipo de seis estudiantes de ingeniería: Matt Simmons, Seth Hamson, Jayden Olsen, Jeffery Pyne, Blaine Oldham y Mouri Zakir. Cada miembro del equipo expresó su entusiasmo y motivación de crear algo que pudiera impactar de manera positiva la vida de otras personas. 

“Tenía muchas ganas de ser miembro de en un proyecto como este que pudiera ayudar directamente a las personas. No podría haber pedido otro mejor”, dijo Olsen. 

Después de unos pocos meses, el equipo de estudiantes creó un prototipo funcional de las gafas. “Haber terminado (el prototipo) y saber que lo logramos juntos fue una sensación súper genial”, dijo Hamson. Él dijo que este primer logro le dio al equipo la motivación para seguir trabajando en el perfeccionamiento del producto. 

Las gafas pueden proyectar animaciones en los lentes o pueden desaparecer para revelar los ojos del terapeuta. Esta opción hace que el niño se sienta cómodo mientras aprende a establecer el contacto visual. (Rebekah Baker/BYU Photo)

A través de un proceso de reflexión, el terapeuta que lleva las gafas puede ver al niño en todo momento, pero el niño solo ve las animaciones. Una vez que el niño empieza a sentirse más cómodo, el terapeuta puede reducir la opacidad de las animaciones hasta que el niño vea los ojos del terapeuta. Esto ayuda al niño a establecer el contacto visual a través de un proceso que es cómodo para ellos. Si el niño se inquieta, el terapeuta puede volver a encender las animaciones en cualquier momento. 

Estas gafas se usarían durante las sesiones de terapia conductual para ayudar a los niños autistas a sentirse más cómodos con el contacto visual. Se piensa que las gafas se usarán predominantemente con niños autistas no verbales. 

Darrell Goff, el mentor del proyecto final, dijo que los estudios sugieren que los niños autistas no verbales no comenzarán a desarrollar las habilidades del habla hasta que puedan establecer el contacto visual. “Este es el propósito de las gafas: ayudar a esos niños a llegar a un punto en el que puedan comenzar a desarrollar sus habilidades verbales”, dijo Goff. 

Durante los últimos 10 años, Goff ha trabajado en proyectos relacionados con la neuroplasticidad y la formación de nuevas conexiones neuronales en el cerebro. Él cree que estas gafas pueden ayudar a desencadenar una reacción en el cerebro del niño a formar nuevas vías neuronales que ayudarán al niño a sentirse más cómodo y proporcionarán una base para las habilidades del habla.

Además de ayudar con el desarrollo de las habilidades del habla, Kershaw espera que estas gafas ayuden a los niños autísticos a tener más confianza e interactuar más cómodamente con nuevas personas. 

“En nuestra cultura, existen estructuras sociales que complican el proceso de crear una conexión interpersonal sin el contacto visual”, dijo Kershaw. La confianza, la buena autoestima y las conexiones interpersonales son más difíciles de crear cuando el contacto visual no es frecuente. Ella también dijo que las personas con autismo se encuentran en desventaja debido a estos estigmas sociales.

“No es que no puedan establecer conexiones sino que es más difícil para ellos establecer conexiones iniciales con personas ajenas a su familia”, dijo Kershaw. Ella también habló de cómo durante la pandemia la comunicación ha llegado a depender más del contacto visual porque las máscaras cubren la mayoría de la cara. Esto complica las vidas de aquellos que ya batallan para establecer el contacto visual. 

Los estudiantes del proyecto final dijeron que trabajaron duro durante el transcurso de todo el año para perfeccionar el diseño y crearlo de la manera que Kershaw imaginó. “Todos queríamos hacer un buen trabajo en este proyecto para darle un buen producto a nuestra patrocinadora, que obviamente estaba muy apasionada por ello”, dijo Olsen. 

Olsen dijo que estaba tan emocionada por haber llegado a ser parte de este proyecto que ayudó a mejorar la vida de las personas. “Las relaciones interpersonales forman la base de la felicidad humana. Hay mucha gente que lucha con eso por varias razones, y esta es una manera en la que podemos ayudar a un grupo de personas a encontrar la felicidad”, dijo Olsen. 

El equipo dijo que tienen planeado someter las gafas a algunas pruebas clínicas y a un proceso de aprobación para que puedan ser utilizadas por los terapeutas de forma segura. “Si las gafas tienen éxito en los ensayos clínicos, serán una de las primeras soluciones tecnológicas que ayudarán a los niños a avanzar en el camino del progreso social y personal. Y ojalá podamos impactar muchas vidas,” dijo Hamson.

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