Estudiantes de BYU comienzan a recibir fondos de alivio del COVID

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Read in English: BYU students starting to receive COVID relief funds

Traducido por Cas Kersten y revisado por Oscar Contreras

BYU ha otorgado los fondos de alivio del COVID a estudiantes meses después de haber rechazado al dinero de la ley CARES. (Hannah Miner)

El dinero de los fondos de alivio del COVID de BYU comenzó a desembolsarse a los estudiantes el jueves por la mañana, dos meses después del cierre de las solicitudes de fondos.

BYU comenzó a enviar unos YMessage a los estudiantes esta mañana con la cantidad que recibieron después de que BYU realizó “una revisión cuidadosa”. La notificación incluía una lista de preguntas frecuentes.

Los mensajes decían que para determinar cuáles estudiantes recibirían fondos, BYU “dio prioridad a las necesidades de mantenimiento de la vida”, que incluye a los alimentos, al alquiler y a los gastos médicos. Ayudar a los estudiantes con la matrícula del semestre de primavera fue un “uso secundario”.

“Reconocemos que los estudiantes pueden tener otros gastos”, dice el mensaje. “Sin embargo, el alcance de los fondos de Asistencia de Impacto del COVID-19 no se extendió a todos los gastos, los reembolsos por pagos anteriores o la compensación por oportunidades canceladas, retrasadas o perdidas, como las pasantías y el empleo”.

Los estudiantes con depósito directo deben tener el dinero en sus cuentas bancarias antes del 20 de julio, mientras que los que no lo tengan recibirán cheques por correo antes del 23 de julio. El mensaje indica que los fondos pueden estar sujetos a impuestos “dependiendo de su situación fiscal personal”. La decisión sobre quién recibió los fondos es definitiva y no se puede apelar, según el mensaje. 

Los fondos, que fueron marcados como para “el semestre de invierno 2020” en el mensaje, llegaron meses después de que otras escuelas ya habían otorgado dinero de la ley CARES, así como fondos universitarios. UVU, por ejemplo,  informó que había otorgado $6,817,000 de dinero de la ley CARES a los estudiantes antes del 19 de mayo.

Aaron Fitzner, quien se graduó con una maestría en comunicaciones en abril, dijo en cuanto a los fondos que “más vale tarde que nunca”.

“Definitivamente tenía grandes dudas si esto sucediera”, dijo. “Claro que hubiera dicho que necesitaba más dinero si hubiera respondido a la encuesta ahora en lugar de lo que escribí en mayo. No tenía la intención de esperar seis semanas adicionales”. 

Las solicitudes de encuesta para los fondos se abrieron el 18 de mayo y se vencieron el 1 de junio. Se les dijo a los estudiantes que serían notificados de una decisión antes del 8 de junio. Pero el 10 de junio, los estudiantes recibieron un mensaje de BYU que la tramitación de las solicitudes de fondos se estaba tardando más de lo pensado y que BYU esperaba “notificar de una decisión en las próximas semanas”.

Durante los meses de junio y julio, los mensajes de los estudiantes que se mandaron a través de YMessage que preguntaron a la Oficina de Ayuda Financiera de BYU sobre los fondos recibieron una respuesta de que las solicitudes aún estaban con la administración y que “aún no hay una fecha específica para las notificaciones”.

Fitzner dijo que esperar por el dinero puso una “gran presión financiera” sobre él y su prometida quienes se mudarán a California para que ella pueda asistir a la escuela de leyes. Dijo que deseaba que BYU hubiera enviado informes más prontos sobre los fondos. 

“Su comunicación realmente ha fallado en el último año”, dijo. “Parece que el patrón de BYU es ‘vamos a anunciar algo y luego no vamos a dar ningún tipo de actualización hasta que estemos en la etapa final'”.

Dijo que la escuela de su prometida, en contraste, ya está en su segunda ronda de otorgar fondos de CARES a los estudiantes y está comenzando a enviar otra encuesta para evaluar las necesidades de los estudiantes. 

Al principio, Fitzner puso en la encuesta que necesitaba $900 pero decidió subestimar y solicitó $700. BYU le dará $600. Dijo que la redacción de la encuesta, que pedía a los estudiantes que solo reportaran lo que “necesitaban”, le hizo cuestionar cómo se evaluaba la financiación. 

“No diría que me estaba obligando a sentirme como una mala persona, pero casi tenía esa sensación de alguna manera”, dijo. “Supongo que no es como ‘¿Voy a morir sin este?'”

Otro estudiante de BYU, Matt Goulding, estaba emocionado cuando BYU anunció por primera vez que otorgarían los fondos de alivio del COVID ya que había estado pagando renta en dos lugares después de que un comprador se retiró de asumir el contrato de alquiler en su previo departamento. 

“Afortunadamente tenía lo suficiente para hacer alcanzar el dinero mientras tanto, pero me sentí frustrado de que negaran los fondos del coronavirus solo para tomar una eternidad para ayudarnos a su manera”, explicó Goulding. “Por suerte, cuando me llegaron los fondos recibí la cantidad que pedí y eso es una bendición, pero quisiera que me hubiera llegado antes”.

BYU no respondió de inmediato a una solicitud de El Universe sobre cuántos estudiantes habían recibido dinero o si se recibirían rondas futuras de dinero de alivio del COVID. 

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