Estudiantes ‘no tradicionales’ comparten sus experiencias al estudiar a distancia

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Read in English: Non-traditional students benefitting from expanded remote learning

Traducido por Caleb Thompson y revisado por Diego Calderón

Muchos de los estudiantes presenciales en BYU esperan con ansias que la universidad decida abrir sus puertas en otoño, sin embargo, varios alumnos que estudian a distancia tienen su esperanza puesta en que suceda lo opuesto. 

Cassandra Hill sentada a la computadora. Hill, una alumna de BYU, estudia a distancia desde Ontario, Canadá por medio del programa BYU Independent Study. A Hill se le ha dado la oportunidad de tomar una clase presencial durante el semestre de primavera gracias a que todas las clases en BYU actualmente son virtuales. (Cassandra Hill)

Cassandra Hill ha tomado cursos a distancia desde su hogar en Ontario, Canadá por medio de BYU Independent Study desde agosto. Cuando la universidad Brigham Young anunció que las clases ofrecidas en la primavera y en el verano serían virtuales, a ella le pareció una buena oportunidad para tomar clases adicionales y aprovechar ya que las clases en la primavera y en el verano duran menos.  

Hill actualmente está inscrita en un curso de tres créditos y dijo que le ha costado más de lo normal. A pesar de que la responsabilidad de los quehaceres de casa haya recaído mayormente sobre su esposo e hijos, vale la pena y ella espera poder tomar más clases virtuales este otoño. 

“Estoy tan agradecida por esta oportunidad en un momento de incertidumbre que la mayoría de nosotros enfrentamos”, dijo Hill.

Cindy Thomas, a la izquierda, se disfrazó junto con su familia para ensayar el baile de Thriller, parte de su clase virtual de baile en BYU. Thomas, que estudia a la distancia, ha tomado varias clases virtuales durante el semestre de primavera. (Cindy Thomas)

Cindy Thomas, un estudiante de ciencias generales que vive en Texas, ha tenido una experiencia similar a la de Hill. Al principio de la pandemia, Thomas se vio con más tiempo durante el día porque sus hijos ya no participaban en actividades extracurriculares y la clase que ella enseñaba dos veces a la semana, inglés como segundo idioma, ya no se reunía. Influida por la invitación de BYU para tomar clases virtuales durante el verano y la primavera, Thomas decidió que sería la mejor forma de aprovechar el tiempo que ahora le sobraba.  

Señaló Thomas que uno de los beneficios de las clases virtuales es la oportunidad que tienen sus hijos de aprender junto a ella. Por ejemplo, uno de los requisitos para el curso inicial de baile requiere ver varios documentales junto a las tareas semanales. El involucrar sus hijos en ambas actividades ha fomentado la formación de relaciones más estrechas con ellos.

Toda mi familia ha participado en la clase conmigo y me encanta. Me entusiasma, es divertido y sobre todo es una buena oportunidad de aprendizaje para todos”, aportó Thomas. 

Aclaró también que ella está feliz por haber aprovechado la oportunidad de tomar clases virtuales porque son cursos que normalmente sólo serían disponibles para estudiantes presenciales y además son más cortos de los que están disponibles en BYU Independent Study, los cuales generalmente duran un año. 

“Así puedo terminar todo más rápido la verdad”, finalizó Thomas. 

Sin embargo, no todos los estudiantes han tenido la misma experiencia. Mindy Peterman tomaba clases presenciales en el campus de BYU antes de la pandemia, pero le ha costado tomar clases virtuales en casa, sobre todo en el semestre de primavera cuando las clases duran menos y por lo tanto avanzan más rápido.

“Estoy aquí en casa, pero me distraigo fácilmente cuando se trata de mis clases”, ella explicó. 

Peterman señaló que el desconcierto, además del estrés de estar en casa todo el día, ha cambiado el trato que ella tiene con su familia. Está agradecida de estar en casa con sus hijos, pero a la cuenta pasa la mayor parte del día encerrada en su oficina haciendo tarea. 

“Nuestra rutina cotidiana y la vida familiar han cambiado, sea para el mejor o para el peor, no sé pero todo ha cambiado. Me parece que todos enfrentamos los mismo — a ver cómo nos arreglamos ya que está todo al revés”, dijo Peterman. 

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