Estudiantes de BYU chocan con los cambios al código de honor y buscan clarificación

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Traducido por Vincent Autrey y revisado por Camila Costa

Video por Emma Benson

Leer en inglés: BYU students clash over honor code changes, seek clarification

El miércoles a la noche unos estudiantes se reunieron en el campus para participar en y observar una lectura en voz alta de “La familia: una proclamación para el mundo,” provocado por la tensión que se generó a causa de los cambios al código de honor de BYU.   

Unos estudiantes se pararon en frente al edificio de Joseph F. Smith y leyeron la proclamación en voz alta. Durante la lectura, algunos estudiantes vestidos de muchos colores representando el orgullo gay comenzaron a cantar himnos acompañados de un ukelele para ahogar las voces de los que leían la proclamación. La proclamación es una declaración oficial de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que enfatiza la importancia de las responsabilidades en el hogar que distinguen al hombre y la mujer dentro del plan de Dios para Sus hijos.


Estudiantes cantando himnos durante la lectura de La familia: Una Proclamación al Mundo. (Sydnee Gonzalez)

Después de terminar la lectura, algunas personas que observaban se preguntaron por qué el grupo decidió hacerlo el mismo día que “Rainbow Day”, el día de celebración para apoyar a los miembros de la comunidad LGBTQ en BYU. Los que apoyaron la lectura negaron una conexión entre su lectura y “Rainbow Day”. Los que leyeron la proclamación acusaron a los que no la apoyaban de no estar de acuerdo con el profeta ni la iglesia.

En poco tiempo, unas docenas de personas se acercaron para ver lo que pasaba. Se juntaron en pequeños grupos para debatir lo que significan los cambios al código de honor y si están de acuerdo con las políticas y doctrinas de la iglesia.

Estudiantes observan la lectura de La familia: Una Proclamación al Mundo. (Sydnee Gonzalez)

El único punto en el que ambos grupos estaban de acuerdo es que la universidad no ha aclarado lo que significa el cambio para los estudiantes dentro de la comunidad LGBT. La semana pasada, las autoridades de la universidad anunciaron que habían hecho cambios al código de honor que se aplican a todos las universidades de la iglesia, pero no especificaron cuáles fueron esos cambios.

Poco tiempo después del anuncio, los estudiantes de BYU vieron que una sección que hablaba de la conducta homosexual había sido quitada del código de honor. A pesar de las especulaciones de las noticias y los estudiantes, las autoridades de la universidad no han aclarado si las relaciones homosexuales son permitidas o no, pero sí han dicho que la oficina del código de honor lidiará con cada caso individualmente.

Allison Baker, en su primer año de la universidad, se alegró al saber del cambio porque creía que el cambio estaba más de acuerdo con las políticas de la iglesia en cuanto a la conducta heterosexual y homosexual. Ella dijo que se sentía decepcionada por la falta de claridad de parte de BYU en cuanto al cambio.

“Siento que BYU está dando muchas vueltas y no definen las reglas claramente, tal vez porque no quieren que la gente piense que ellos aprueban ese tipo de conducta o algo así, no sé. Me gustaría que las autoridades se sientan más cómodas al hablar de estas cosas…Parece que todos sus esfuerzos de comunicar sus opiniones a los estudiantes están fallando”, ella dijo.

Allison Baker, a la izquierda, y Lilly Bitter, a la derecha, sacando una foto en frente de la lectura de La familia: una proclamación al mundo en el 27 de febrero. (Sydnee Gonzalez)

Nick Lush, un alumno en su último año estudiando la ingeniería mecánica, dijo lo que su motivación para leer la proclamación en público fue basada en un deseo de adoptar una postura en público y asegurarse de que todas las perspectivas al respecto sean consideradas. Dijo que él sabía que habrían opiniones negativas al respecto.”

“Ambos grupos tienen sus creencias bien firmes, y creo que aquellos que sienten que ahora tienen más libertad de actuar están muy emocionados, y aquellos que están del otro lado del debate muestran una reacción opuesta”, él dijo.

Lush está de acuerdo con Baker con respeto a la falta de comunicación y claridad por parte de la universidad. Dijo que sería una buena idea llevar a cabo la reunión de la Oficina del Código de Honor para los estudiantes de BYU que habían anunciado previamente. 

“Si hay una oportunidad para llevar a cabo esa presentación, aun si fuere un pequeño anuncio para enfrentar el problema, creo que ayudaría a aquellos que sienten que no están recibiendo la atención que se merecen”, Lush dijo.

Lush también agregó que entiende la perspectiva de BYU: “Creo que los cambios no generaron la reacción que ellos anticipaban, y siento que están tomando el tiempo necesario para solucionar el problema.”

Aremondo Palma, un alumno en su tercer año de la universidad, dijo que la manera en que BYU ha lidiado con el cambio ha causado muchos problemas.

“Gracias al hecho de que la universidad no se ha ocupado del problema, ambos grupos se sienten atacados, y eso es probablemente la fuente de la división y el conflicto. Y eso es algo que realmente no necesitamos en esta universidad”, él dijo. “Lo único que nos queda es pelearnos entre nosotros hasta que las autoridades universitarias presenten una solución”

Además, él dijo que espera que ambos grupos puedan darse cuenta de que existe un interés común y que deberían respetarse mutuamente.

“Es un tema muy delicado, pero aun así tenemos opiniones en común”, él dijo. “Sólo hablando con todas las personas que se encuentran aquí, he intentado establecer vínculos entre ambos lados del debate. De verdad siento que todos tenemos las mismas ideas de lo que realmente está pasando aquí.”

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